El invierno


Aunque sí me gustan la lluvia, las cazuelas, la lana, el chocolate caliente, el café bien hecho y muero por las sopaipillas, no me gusta el invierno! hace frío y no te dan ganas de hacer nada más que quedarte en tu casa, tapada hasta las orejas por la mantita regalona, viendo tele y con el computador al lado para ver de vez encuando en qué andan tus amigos de facebook, más encima se oscurece tempranísimo y pareciera que el día no alcanza para nada.

No es que me deprima el invierno, pero como que me limita, me encierra y no hay nada que pueda hacer al respecto salvo disfrutar de lo que sí me gusta mientras espero que llegue la primavera.

Me gusta la lluvia, me hace dormir mejor, sobre todo esa lluvia fuerte tipo tormenta, mejor si va acompañada de viento susurrante... que con el solo ruido parece levantarte del suelo y suspenderte. Lo mejor es ver llover con una taza de buen café en una mano y una sopaipilla calentita en la otra.

Me acuerdo que cuando era chicha llovía más, más dias, más seguido y con más fuerza, ahora ya no llueve tanto, es más el frío y ya no como tantas sopaipillas, antes la Yolita siempre hacía, pero ahora ya no vivo con mis papás y aunque fui bendecida con el don de la buena mano, para la cocina creo que las sopaipillas quedaron excluidas, porque nunca me han resultado... pero como dicen, la práctica hace al maestro, así que tendré que seguir practicando...jejejej

Chile: Pais minimalista

Si lo pensamos bien, resulta obvio que un país donde todo lo natural es impresionante, una imponente corillera, un basto océano, el desierto más árido del mundo, la estepa patagónica, la impenetralble selva húmeda del sur, en fin.. todo grande, todo majestuoso (ya lo dice nuestro himno nacional...), era de esperarse que este resultara un pais minimalista.

Partiendo desde la característica típica del idioma chileno, donde todo se habla en diminutivos, un tecito, un cafecito, un traguito... hasta el desprecio por la ostentación. Recorriendo los intermedios vemos que nunca hemos ganado nada, simpre ahí con el valorado esfuerzo ratón, llegamos a todas partes pero nunca nos quedamos con los honores.

Pero como eso es pan de cada día no puedo dejar de mencionar la máxima expresión de este país minimalista, que son las copias "a escala" de estilos de vida extranjeros o de sueños de grandeza: los loft. Si , los loft, esos departamentos gigantes que vemos en las peliculas, recuperados de espacios industriales en desuso y adaptados para usarse como residencia, amplia, luminosa, espaciosa, moderna... acá obviamente nos llegó la versión reducida, el amplio espacio industrial se transformó en un departamento de 50 metros cuadrados, repartidos en dos pisos, donde en el primero está a presión, la cocina y un par sillones, mientras que en el segundo piso, que más que segundo piso es una plataforma dentro de un espacio de doble altura, está la cama y el baño, fin del loft.